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Autora: Marta Gil Ballestero

EL MISTERIO

Durante muchos años, los musicólogos lo han vivido como una de las incógnitas más grades de la historia de la música: el "misterio" del metrónomo de Beethoven. La pregunta que ha rondado sus cabezas durante tanto tiempo es: ¿por qué ningún músico es capaz de tocar la mayoría de sus obras al tempo que se especifica en la partitura original?

Beethoven

LA NOVENA SINFONÍA

Pongámonos en el lugar de la novena sinfonía: esta obra estaba concebida, originalmente, a un tempo de 60bpm... que a pesar de no ser un tempo rápido (sobre todo cuando se trata de tocar obras simples) en otras más complejas -como las de Beethoven- puede llegar a ser una tortura para el intérprete. Pues teniendo como ejemplo esta obra, lo primero que nos gustaría destacar es que se ha comprobado que, sea quien sea el intérprete, siempre la va a tocar con un tempo más lento. Aquí es donde entran directores como por ejemplo Roger Norrington (quien es mundialmente conocido por respetar a rajatabla lo que los compositores exigen en cada una de sus composiciones), que la desarrolla a un tempo de 55bpm.

Robert Norrington

TEORÍAS DIVERSAS

La duda surge porque, si los músicos más "puristas" no son capaces de interpretar las obras en el tempo "correcto”, eso significa que aquí hay algo que no termina de encajar. Por esto precisamente, durante un largo periodo de tiempo, los musicólogos han planteado diversas teorías, desde que su sordera iba "más allá"... hasta que su metrónomo padecía algún tipo de "problema". Realmente, la segunda idea era la más apoyada, principalmente porque si por algo se caracterizaba Beethoven era su agrio temperamento... lo que significaría que, en un momento de ira, el compositor podría haberle propiciado un golpe que repercutiese en su correcto funcionamiento.

NUEVAS INVESTIGACIONES

A pesar de ser una de las teorías más apoyadas, hace unos meses una pareja de investigadores (Almudena Martín e Iñaki Ucar) demostraron por activa y por pasiva, gracias a un programa informático, que la tesis del metrónomo "estropeado" no se sostenía ya que pudieron probar cómo sería el funcionamiento de un supuesto metrónomo con diversos defectos... y en ninguno de los casos su funcionamiento daría como resultado dicho efecto. Después de un tiempo de investigación, se preguntaron si el problema podría ser que quizá Beethoven no sabía usar el metrónomo correctamente.

Almudena Martín e Iñaki Ucar

Esta pregunta podría causar confusión porque cuesta asimilar que un genio de la música como él pudiese llegar a tener dificultades para usar este dispositivo, pero siendo objetivos, esto no sería extraño ya que los primeros metrónomos aparecieron en el 1812, lo que significa que es posible que su uso por aquel entonces no estuviese del todo claro.

UNA NUEVA TEORÍA

Después de varios razonamientos, este par de científicos se fijaron en que la masilla del metrónomo tenía la forma de un trapezoide, de manera que tenía una figura muy parecida a un triángulo invertido. Este acontecimiento les hizo pensar que quizás Beethoven pudo confundirse y pensar por error que la parte que indicaba el tempo era la más estrecha. Aun así, pensaron que aún era pronto para publicar nada, viéndose en la necesidad de encontrar algún dato más... y fue entonces cuando un musicólogo comentó que "no entendía por qué en uno de los manuscritos de Beethoven aparecía el tempo como 108/120". En ese momento concluyeron que -efectivamente- el uso de este dispositivo era algo confuso para el compositor. 

De este modo, después de tantísimo tiempo, por fin ambos investigadores llegaron a encontrar la que parece la teoría correcta... o al menos la que a día de hoy parece más creíble.

¿Y TÚ QUÉ OPINAS?

Después de haber leído este artículo, ¿qué piensas? ¿tocar rápido era un simple capricho de Beethoven... o podrían ser ciertas algunas de las teorías que se han mentado?

Marta Gil, pianista y compositora